Todo lo que va, vuelve.
La justicia divina o más conocida como el karma.
La explicación del karma dentro de las doctrinas budistas es diferente de la hinduista. El karma no sería una ley de causa y efecto que implicaría la existencia de dioses invisibles encargados de hacerla cumplir, sino una inercia natural.
Por ejemplo, si una persona roba un banco y tiene éxito, es muy probable que vuelva a robar, y si una persona ayuda a un anciano a cruzar la calle, entonces es muy probable que esa persona siga ayudando a otras personas. En ambos casos, si la experiencia no produjera buenos resultados, entonces la inercia se haría menor (el ladrón robaría menos y el filántropo ayudaría menos).
Cuando un sujeto roba un banco, esta acción quedará registrada en su mente alterando el flujo de ésta, y provocando en él una percepción errónea de la realidad («tengo derecho a tomar sin permiso las cosas que necesito»). En realidad este proceso sería subconsciente. Estas percepciones erróneas le condicionarán a sufrir más adelante, pues crean un estado mental propenso a la infelicidad.
El karma no sería entonces una recompensa o un castigo mágico a las acciones sino simplemente el hecho de que las acciones humanas tienen consecuencias tanto externas como mentales.
Según otra interpretación del karma más bien serían las dos cosas juntas, es decir, habría castigo y premio, pero no de forma mágica, sino mediante consecuencias automáticas de las acciones, en un concepto que implica la reencarnación, siempre unida al karma.
Según el budismo, al comportarse de acuerdo con el karma, la persona debería tomar conciencia de que la búsqueda de la venganza y el mal traerá graves consecuencias en la vida diaria y en las vidas futuras. Esto permitiría aprender del sufrimiento, dominarlo y sacar provecho de él en términos espirituales para llegar al desarrollo de una vida más plena.
Puesto que todo acto tiene origen en la mente, el budista debe vigilar sus pensamientos y sus palabras, ya que también pueden producir bien o mal. Cada acción y palabra, buenas o malas, sería un búmeran que a veces vuelve en la misma vida y a veces en una vida futura.
El karma puede ser explicado como un fenómeno análogo a la inercia. Según esta visión, el individuo genera tendencias a través de sus causas. Un pensamiento, palabra o acción intencional, si se repite, se convierte en costumbre y condicionará una tendencia en el mismo sentido. En el futuro, las causas no necesariamente serían intencionales, sino que estarían influidas por causas previas. En este sentido, el karma constituye una influencia inconsciente, condicionante pero no determinante, pues somos siempre libres y podemos contrarrestar nuestras influencias o tendencias negativas. Aunque sean escasos en porcentaje, tenemos numerosos ejemplos de personas que han cambiado radicalmente de vida.
Es algo cierto el karma? existirá de verdad? nose nose.. por una parte pienso que no porque creo que por muy bueno que se sea o se intente ser algo malo tiene que ocurrirte, pero por otra si que creo que cuando haces algo malo luego vuelve, o nisiquiera malo, es que todo lo que va sea bueno o malo vuelve, que curioso que siempre la vida te ponga en distintos papeles en mismas situaciones, la idea de que exista la justicia divina me divierte, si porque aveces me consuela pensar que si alguien se porta mal, tarde o temprano tendrá su merecido y también me gusta la idea de que aquellos que se portan bien reciban su recompensa, la gente buena, la gente que vale, se merece tener una vida tranquila y agradable.
Por tanto esto me lleva pensar, si tanto me quejo de las cosas que me pasan, si aveces he llegado a pasarlo realmente mal, será que soy mala? o es que si alguien me lo hace pasar mal luego lo acabará pagando? enfin la verdad esque siempre he pensado que a cada uno lo que se merece, y no hay más, es bastante simple ¿justicia divina? puede que el cosmos se encargue de ello, o pude que simplemente si uno es bueno no haya nadie que sea capaz de hacerle daño.
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